La lectura de hoy es del Evangelio según San Lucas (Lucas 22:54-62)
Dzisiejsze Słowo pochodzi z Księgi Rodzaju (Rdz 32, 25 - 29)
Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos.
Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: «Este también estaba con él».
Pedro lo negó diciendo: «Mujer, no lo conozco». Poco después, otro lo vio y dijo:
«Tú también eres uno de aquellos». Pero Pedro respondió: «No, hombre, no lo soy».
Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo: «No hay duda de que este hombre estaba con él;
además, él también es galileo». «Hombre, dijo Pedro, no sé lo que dices».
En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo.
El Señor, dándose vuelta, miró Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho:
«Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces». Y saliendo afuera, lloró amargamente.
Las situaciones relacionadas con el pecado causan dolor y tristeza dentro de nuestro corazón.
Muchas veces sentimos rechazo por otros, hacia Dios o hacia nosotros mismos.
Nuestros corazones -que intentan hacer frente a estos sentimientos- muchas veces se endurecen más y más.
¿Recuerdas algún momento como este en el que intentaste ahogar este tipo de dolor?
“En efecto, Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenarlo,
sino para que el mundo fuera salvado a través de Él.”
Jesús se acerca a los pecadores. Él no deja a nadie de lado,
aún cuando Él ha sido completamente abandonado.
¿Cuándo las cosas no están bien, intentas estar más cerca de Jesús o te alejas de Él?
¿Qué es lo que te aleja de la Vida?
¿Qué opiniones, juicios y acciones te alejan de Dios?
Cuéntale a Él estas circunstancias con tus propias palabras.