La Compañía de Jesús (jesuitas) es una orden fundana hace aprox. 500 años por Ignacio de Loyola – un militar que diventó místico.
San Ignacio deseaba que buscáramos y encontráramos a Dios en todas las cosas. Todo lo que hacemos es “para mayor gloria de Dios” y para el bien de las personas.
Actualmente en el mundo hay más de 17.000 jesuitas – la Compañía de Jesús es la orden masculina más numerosa. Hay entre nosotros sacerdotes, profesores, capellanes, abogados, astrónomos y los que realizan distintas funciones en la Iglesia y en la sociedad. Nos preocupamos del hombre integral: cuerpo, mente y alma.
Bebemos de la rica tradición de la espiritualidad ignaciana. En nuestros centros de espiritualidad, en parroquias y allá donde servimos, queremos compartir ese don con todos los que desean descubrir la presencia de Dios en su vida. Al mismo tiempo tratamos de “ser contemplativos en la acción” – introducir nuestra espiritualidad en la vida cotidiana. De aquí surgen nuestros compromisos en favor del diálogo, la justicia y la paz en el mundo.
Como miembros de la Compañía de Jesús emitimos tres votos: castidad, pobreza y obediencia, como también un cuarto voto: la obediencia particular al Papa, es decir – cada jesuita estar disponible a acoger la misión que le pueda ser asignada por el Santo Padre. De esta manera servimos a la Iglesia universal y nos dedicamos al mayor bien de las personas de las distintas confesiones y culturas.