Quédate en tu casa si esta idea te pone inquieto y nervioso.
No vengas a nosotros si es que amas a la Iglesia como a una madrastra y no como a una madre.
No vengas si piensas que, con ello, vas a hacer un favor a la Companía de Jesús.
Ven si para ti el servicio a Cristo es el centro de tu vida.
Ven si tienes unas espaldas anchas, suficientemente fuertes, un espíritu abierto, una mente razonablemente abierta y un corazón más grande que el mundo.
Ven si sabes ser bromista y reírte con nosotros y, en ocasiones, reírte de ti mismo.
P. Pedro Arrupe SJ